Zetas
Eres tú
ese relámpago de fuego
que aparece de repente
en mi carretera desconocida.
Eres tú, Zeta,
la que me despierta con un beso
casi imperceptible pero certero
posando tus labios sobre mis párpados
invitándome a abrir
los ojos para siempre.
Eres tú
ese relámpago de fuego
que aparece de repente
en mi carretera desconocida.
Eres tú, Zeta,
la que me despierta con un beso
casi imperceptible pero certero
posando tus labios sobre mis párpados
invitándome a abrir
los ojos para siempre.